
Los Andes, la cordillera más larga de la tierra divide al Ecuador en 3 regiones marcadas. Al ser cruzado perpendicularmente por la línea ecuatorial, el país se convierte en un lugar único, dando lugar a una diversidad grandísima de microclimas, ecosistemas y especies de animales y plantas, en un territorio relativamente pequeño.
Puedes recorrer la ruta del sol, visitando toda la costa ecuatoriana antes de tomar la ruta hacia las montañas. Piérdete en los paisajes que esconden las montañas mientras la vegetación y los colores cambian de un verde imponente a una gama de cafés y terracotas, dando paso a la sierra ecuatoriana. Un horizonte que se construye de montañas y volcanes, valles que se descubren tras las montañas y ciudades históricas que crecen a las faldas de una cordillera al encontrarte a 3200msnm.
El oriente se dibuja posteriormente, una selva tropical impenetrable, con microclimas y miles de especies endémicas. La Amazonía ecuatoriana se convierte en hogar de reservas nacionales, zonas protegidas como el Yasuní y un sin número de tribus incomunicadas, vestigios de culturas ancestrales asentadas en la zona.
Pero el Ecuador continental no es la única faceta del país que esconde mundos antiguos. Regresando a la costa, cruzando el océano pacífico donde las rutas migratorias de ballena jorobadas son comunes, encontramos un patrimonio cultural de la UNESCO. Las Islas Galápagos son el resultado de la actividad volcánica de hace millones de años. El Ecuador insular es un capítulo en la historia evolutiva de la humanidad. Es el hogar de especies únicas de la región, como las tortugas galápagos, piqueros de patas azules, pingüinos, iguanas y demás. Su delicado equilibrio natural exige un limitado contacto humano y políticas de migración estrictas.
Descubre un mundo donde la naturaleza te guía en una construcción de formas milenarias. El Ecuador te espera.